jueves, 6 de enero de 2005

"Nadie se atreva a tocar a mi vieja" cantaba y sigue cantando cierta figura del rock la cuál habló personalmente conmigo y prefirió mantenerse en el anonimato (?), sobre todo para que su canción no salga del círculo íntimo (?). Y yo digo: sí loco, tiene razón, qué carajo tiene que ir todo el mundo a tocarle la vieja? (?) qué, es la Virgen María? (?)

Me da rabia, porque yo a la vieja de este amigo la re quiero boló (?), y la pobre mujer no encuentra sosiego*. Va por la calle y se le abalanzan todos encima en busca de contacto físico, para después ir y decirle a sus amigos, con voz de poronga pero bien así erecta "Che chabones, saben lo que hice hoy? Toqué a la vieja de **.***.*** [en esa época no se decía el nombre, se decía el número de DNI (?)]. La puta que soy pistola". Y uno le contestó: "de agua, papafritita" [solía usar diminutivos (?)]. Y se re armó. Lo que todo el mundo esperaba: la hecatombe. Una sucesión de hechos bochornosos que involucraron al papafritín pistola de agua, su amigo, un par de "(?)" que justo pasaban, Blumberg, Franco Vergafelpuda, el dueño de McCain, el pendejo de la propaganda que venía a pedir más fritas con fritas, un concentrado 4x4, Lucho D'odorico que le encanta meterse a repartir masa y Mauro Viale buscando la primicia. Revolearon manos, vasos, sillas, mesas, besos y caricias por doquier. Finalmente, quedaron todos detenidos menos Blumberg, que le tocó limpiar el desastre después de perder dos veces seguidas al terrame por apelar el resultado del primero y prometió marchar al día siguiente para subir las penas a los que hacían trampa al terrame, al yapeyú, al sandía y al teto. Llevó 68.956 personas según lo afirmaron fuentes allegadas y se prendieron miles de velas frente al Congreso en homenaje a los puños dañados por los golpes del terrame. Si quieren, lo tengo grabado (?).







* (vieja de mierda, la puta que te pareeó!!)