miércoles, 9 de agosto de 2006

El otro día me salió un grano en la frente de esos que son del estilo trauma infantil: sabés que está y te jode, pero no lo podés sacar afuera. Si hubiese aplicado toda la fuerza que hice para reventarlo en un kilo de naranjas, en este momento estaría tomando supremo jugo.

Sin embargo, como ya sabemos los que lo sabemos y los que no lo están aprendiendo, los traumas infantiles se superan con terapia o se saltan con garrocha. Yo garrocha no tengo así que decidí charlar un ratito con él:

"Eh, grano."
"Hhhmmhhmmm... ¿Qué pasa?"
"Uh, ¿tabas durmiendo?"
"Mmmseh."
"Disculpá, man."
"Todo bien. ¿Qué querías?"
"No, nada... ¿Viste ayer Montecristo?"
"Sí, dejé un impostor careteándola en tu frente mientras vos chateabas y me escapé a la tele del cuarto de tus viejos. Capitulón... y como le doy a Pablo Echarri." (?)
"¿Sos granA?"
"No, puto."
"Eh, qué bardiá'."
"Puto de 'me la como', no puto de 'la concha de tu madre'."
"¿Y como es la relación con los demás? ¿Te discriminan?"
"Por suerte no. Tu frente ha hecho buen uso de su autoridad y sabiduría y creó un clima de respeto y tolerancia."
"Seguro que se basó en la Iglesia Católica."
"O en el Ku Klux Klan."
"O en Josi." (?)
"Porqué no..."
"Che, ¿y vos por qué sos puto?"
"¿Eh?"
"Claro, qué te llevó a degustar pito."
"No, la verdad que no recuerdo..."
"Vamos, algo tiene que haber: ausencia de figura paterna*, andar en bicicleta sin asiento, algún pariente calentón..."
"¡Un segundo...!"
"¿Te la dio el Lole Reutemann?"
"¡No, no, pará! Todo está volviendo a mí, como a Celine Dion. Veo la imagen de un tío embambinándome furiosamente al grito de 'te vas a tragar todo el pus, bebé'..."

Ahí fue cuando el pobre grano se quebró por completo. Opuesto a darle contención y apoyo, aproveché la situación y lo exploté como tallerista a boliviano. Después me tuve que hacer el revoque en la frente. Por suerte algunos amigos me dieron una mano y en un par de días lo liquidamos.






*como en la chain

miércoles, 2 de agosto de 2006

Eeeeeeeeee la concha de tu madre. Qué paja todo. Estoy acá en un estado medio entre alpedismo y sueño, y es lo peor, porque se potencian una a la otra recíproca y simbióticamente. Estar al pedo te da sueño y tener sueño da ganas de estar al pedo. Tonce te querés poner a postear y ya empezamos con las excusas de puto cagón que le duele la espalda: "uh, qué paja" o "uh, qué sueño". Pero estoy tan grosso que ya no me creo mis excusas y me propongo escribir pelotudeces en serie de cualquier forma. Y ahí es cuando te cabió. Bueh, un cachito antes, pero te cabió igual. Se dice que te cabe pero no cuando (?).

La monotematía (?) de este blog ya me está asustando. Laburo, paja, blah. Laburo, paja, blah. Estoy pensando en anular el blah y se va todo al carajo (?). Ah, ya sé. Resulta que ayer me corté el pelo y es algo que da muy poco. No tiene forma, no tiene estilo, no tiene onda, no tiene un pito. Menos mal que no tiene pito porque ni da ponele que se te pare una pija en la cabeza, quedás re Teletubbie. A lo que iba es que el pelo recién cortado es más deprimente que una novela sobre los veteranos de Malvinas con Claribel Medina y Gastón Pauls.

El que la está haciendo bárbara es Fidel. Le avisaron que la gente se estaba olvidando de lo que era el comunismo pero le daba paja fusilar un par o bardear a Bush así que dijo "ya fue, me hago el enfermo y tiro el amague para que se piensen que reestablecen la democracia en Cuba".

"Excelente idea, comandante."
"Deje de chuparme el orto, Rodríguez."

Que paja, que sueño, fue.