martes, 2 de mayo de 2006

Livianito

Lo bueno de cagar es que siempre te invita a la reflexión. Y resulta que estaba yo hoy en el laburo emeseneando como pendeja de 15 con El Tío cuando las ganas atacaronme. Sin resistirme (a los asaltos y a los garcos no hay que resistirse, es peligroso) enfilé pal ñoba, pero cuando me senté no fue como todos los días. O Sea sí, me senté como todos los días, con el culo arriba de la tabla, loa pantalones bajos y todo eso que te enseñan después de cómo hacer pis y antes de cómo atarte los cordones.

El tema es que estaba constipado. Bah, no sé si se puede decir constipado. Me suena a mucho peor. Digamos que yo batallé palmo a palmo contra un sorete con un envidiable estado físico (muy sólido). Creo que si lo juntaba con hierro hacía una nueva aleación y después sacaba relojes y raquetas de hierda (Fm en la tabla periódica, al menos en la de hoy).

Y qué sé yo, no suelo ser de los que anotan "cagar" en la agenda porque le consume mucho tiempo. Si hay gente que tiene un sueño liviano, entonces yo soy de los que tienen un cagar liviano. Entro, me siento, destapo, ojeada de rutina, botón y bidet. No más de 3 minutos, un trámite. Entonces, cuando se complica y el único lenguaje que un pedazo de materia orgánica putrefacta puede llegar a comprender es el de la violencia, ahí es cuando no me agrada. ¿Nunca les pasó de tener que parar para tomar un toque de aire? Es un garrón. Por ahí ya lo tenías cocinado y el objeto se retrotrae a su posición original. Nos tomamos la cabeza, destrozados: "pero la puta madre, todo de nuevo!". Y a darle átomos (desinflamantes).

Acá venía la parte de cuando la compuerta se cierra en medio del proceso y te queda un cacho de coso adentro (expresividad a morir). Pero me tengo que ir a hacer una ecografía en el tobillo a ver si estoy embarazado de tendinitis. Te posteé dos en una semana, estoy zarpado en grosso. Igual falta fruta a morir.