viernes, 1 de julio de 2005

De azar, toallitas y Gancia

Qué tal, los saludo así con onda para no putear porque lo que me acaba de hacer el ZoneAlarm no tiene perdón de Dios (?): no me dejaba loguearme a ningún lado, incluído Blogger.

Casi una semana sin escribir, me fui al choto, mal. En el medio tuvimos posts de Villano, de Pelón, de Fede. Tuvieron tanto éxito que seguramente el próximo paso sea un programa en Argentinísima Satelital, de esos que son tan grossos como reloj de sol a la madrugada o como agarrar una calculadora de 8 digitos, escribir 99999999, sumarle 1 y disfrutar cuando aparece la E de estacionamiento. Y no me vengan a decir "yo nunca lo hice" porque no les creo, es como si me dijeran que nunca medio distraídos se confundieron el tacho de basura con el inodoro y recién cuando quisieron apretar el botón notaron el sachet de leche vacío, la yerba mojada de ayer, el forro usado (claro, cojer sí, hermanito no, putos), y finalmente entendieron porqué costaba tanto mantener la tabla levantada. Admitilo, gil, acá nadie te va a juzgar. A lo sumo nos reiremos unas 3 semanas a expensas tuyas, nos lo pondremos de nick y te pegaremos cartelitos en la espalda que digan "Orgulloso de mear en cualquier lado". Dale, animate, decilo.

Me acuerdo que entré con toda la intención de escribir cuentito frutero, pero ya ni da ahora, menos con lo caro que están los lácteos y el kilo de ají (?). Lo que si da es prender la lámpara del escritorio porque más o menos ya se me está armando un nido de murciélagos atrás de la impresora. Y después el que se tiene que bancar los gritos pelados de mi vieja soy yo. Que grosso un grito pelado yendo a Schwanek (?). Bueh, ahora con la luz prendida los hijos de puta sacaron mesa y sillas y se pusieron a jugar al Burako. Lo que más me jode es que al chiquito lo agarran de punto y le hacen trampa (?).

Hace mucho que no les cuento de mi profesora de inglés, Mada. Hoy estuvo grosso porque justo estaba tomando café cuando le dije algo gracioso, no me acuerdo si en inglés o en español, pero se atragantó y poco más se muere de un edema pulmonar agudo. Imaginen si estiraba la pata... ¿Después quién me bajaba a abrir? A veces siento que soy un afortunado (?).

Afortunado en el juego, desafortunado en el amor. La pregunta es, estimado lector (así tipo los juegos de verano de Clarín): ¿Qué elige usted, un buen novio/a o ganar 5 generalas seguidas en la playa? ¿Existe algo más duro que tacharse la doble o que te quede 6 al 6? Son esos momentos en los que uno quisiera esperar a que el contrincante se de vuelta, anotarse 24, full servido y 4 al as (como para hacer la diferencia) y darle en la cabeza un murrazo seco, para que al girar señalemos al señor de los choclos que justo pasaba por el pasillo con suprema impunidad, y hablando de suprema, como me mandaría una maryland en este mismo momento (?).

Es muy remarcable como hemos ido cambiando de tema a lo largo de todo el post. Los murciélagos me miran aburridos, como pidiéndome el Scrabble. La última vez que se los presté escribieron obscenidades hacia mi persona riéndose con descaro, armaron un círculo con las letras y se pusieron a jugar a la copa. Las preguntas variaron demasiado, pero hubo una en especial que me llamó la atención, ya que le preguntaron si algún día los murciélagos llegarían a dominar el mundo y la copa respondió:

"Impossible is nothing"
"¿Sos Muhammad Alí?"
"Sí"
"Con razón no paraba de temblar la cosa esta, conchitumá. Yo pensé que tenía frío" (?)
"Más respeto che, que soy el más grande de todos los tiempos"
"Seh, el vibrador más grande de todos los tiempos. Pará un segundo... ¿Vos no seguís vivo todavía?"
"Tengo un arreglo con Dios. Le conseguí unos Predator con tapones"
"Y le re cabió al gil"
"Mal"
"¿No me conseguirías una camiseta del Milan?"
"Impossible is nothing"
"¡TERMINALA CON ESO DE UNA VEZ!"
"Es que es en serio. Mirá, ¿alguna vez probaste volar?"
"Soy un murciélago pelotudo, tengo alas"
"Bueh, las toallitas femeninas también tienen alas y todavía no vi a ninguna salir volando..."
"Yo sí"
"¿Ves? Impossible is nothing"
"Ojalá que de tanto temblar no puedas hacer bien la digestión y te agarre diarrea crónica y cintura de boxeador" (?)

Dicho esto, tomó la copa, que parecía que le había agarrado un ataque de convulsiones, y me la dio a mí. Yo aproveché y me hice un Gancia batido, mientras que los murciélagos se fueron a dormir atrás de la impresora. Menos mal que no vio mi vieja.